Los Universos Paralelos.

 

Una charla con amigos, malbec de por medio, puede mutar a lugares insospechados. La temática se vuelve tan abarcativa que va desde lo ocurrido en un partido de chin-chón, a la historia más esotérica y tenebrosa, que de seguro le pasó al amigo del primo de algún conocido. Siempre terminamos hablando de terror. Muchas veces hablamos sin saber, y otras tantas, con conocimientos más certeros sobre la materia en cuestión; el vino lo que logra -independientemente de lo verídicas o falsas que resulten nuestras fuentes- es exacerbar la convicción de nuestros dichos. Sea lo que sea que estemos exponiendo, con tres copas encima, se vuelve una cuestión de militancia, y en mi caso, cuando no llevo la palabra, de resistencia.

En muchas de nuestras últimas juntadas, el asunto que se posicionó como tópico de discusión, es La Teoría de los Universos Paralelos. Hablar del futuro ya quedó demodé, hoy, están de moda las ondas gravitacionales, y la existencia de un multiverso con realidades paralelas; es `chic`, al menos para mis amigos. Según ellos, y un tal Hugh Everett, el desarrollo de la mecánica cuántica y la búsqueda de una teoría del Todo, infieren la posibilidad de existencia de múltiples mundos que se desarrollan alternativamente. Basados en la probabilidad y la teoría de las cuerdas; el pasado, el futuro, y cualquier situación que logremos imaginar -y aquellas que no, también- están sucediendo en algún universo distinto a este que transitamos. Pasándolo en limpio, en alguna dimensión interpenetrante, algún otro yo, está escribiendo este mismo texto a mano con bic, otro pone un punto y aparte en vez de una coma a continuación, otro ni siquiera está escribiendo sino viendo televisión, y en enésimas dimensiones no sólo que nunca nací, sino que tampoco ningún otro ser humano. Podemos ir desde cambios mínimos que desdoblan nuestra realidad, a los más drásticos que podamos evocar; y según la teoría todos son reales y están sucediendo ahora mismo. Y en un rato, también.

Como bien dije, yo opté por la resistencia. Me niego a seguirles este jueguito del multiverso y sus muchos universos. Verso. Y será que les divierte mi renuencia, que pareciera que a propósito, siempre que pueden van a la carga para intentar convencerme. Tocan el tema, ya en cualquier situación, ni siquiera les hace falta el vino de por medio. Me quieren hacer creer a mi, por ejemplo, que fui doce años a un colegio católico, ¡que es inapelable la existencia de Dios en alguna dimensión alternativa!.

 

Por más que lo intenten, no puedo seguirles la corriente; no entienden ellos, que de ser cierta esta teoría podrían multiplicarse las desgracias, y que el sólo imaginarlas podría llegar a matarnos de estrés. Dentro de esas calamidades, por ejemplo, seríamos esclavos de los dinosaurios; la peste bubónica nos alcanzó a todos; en un mal día de Hitler, la Segunda Guerra Mundial acabó con toda la raza humana,  o mucho peor… ¡Lionel Messi podría haber nacido en el Estado de Minas Gerais!.

Bueno, también la teoría abre puertas y nos permite imaginar que existe en otra realidad paralela, un mundo lleno de paz, sin intolerancia, sin países, todos juntos como en Pangea, y con todos los supuestos de John en Imagine. Algunos `otros nosotros` que andan por ahí en algún escenario, estarán vacacionando en los anillos de Saturno, o en la Estrella de la Muerte, podrían de hecho tener alas, y sus mocos quizás tengan sabores de helado. Frutilla y tramontana. Kiwi cuando hay gripe. En otro universo totalmente distinto a este, un político que dice la verdad hace escuela, nadie se enriquece a costas de la ignorancia del pueblo, el saqueo de América nunca sucedió, Chernobyl es conocido por sus magníficas playas, las religiones únicamente confrontan en fútbol, Alá es un amigo de Buda y Jesús, el capitalismo es sólo un capítulo de los Simpsons, el calor de una mirada es más importante que el color de los ojos, Córdoba no persigue al pobre que luce una gorra, y una adolescente vuelve caminando a su casa sin temor a ser violada. Es más, en algún lugar del espacio-tiempo, quizás este planeta tuvo la suerte de que no exista la especie humana para hacerle tanto daño.

A veces mis amigos intentan endulzarme los oídos aún más para convencerme, me dicen que ese Messi que podía ser brasilero, en otro universo, nació en Villa Páez, y tiene un hermano mellizo que se llama Diego Armando, que nunca creció en Fiorito, ni jugó en Los Cebollitas, sino que ambos hicieron todas las inferiores en Belgrano; me cuentan, que tampoco Binetti erró ese fatídico penal, y que mis canciones se cantan en cada fiesta de cumpleaños antes de soplar las velas. Pero sin temor a arrepentirme, puedo asegurar que lamentablemente no me alcanza. Ni siquiera siento algo de envidia por esos supuestos.

Aunque la física cuántica avale esta teoría, el viaje de las partículas resulte convincente, y todo el biri biri de las ondas gravitacionales sea inexorable, me niego rotundamente a comulgar con esta teoría; sería tener que asimilar con crudeza, la desgracia de haber nacido en un universo equivocado, distinto al que desearía y que hoy sólo transcurre en mis sueños. Confieso que a veces me resulta atractivo y seductor imaginar ese infinito de situaciones, y aunque lograse comprender la teoría -y ésta se compruebe como que la Tierra es redonda y como que la mandarina es la fruta más rica- no podría concebir que pudieras no existir en mi mundo. Me rehuso. Pero por sobre todas las cosas, no toleraría tener la certeza de que hay una ventana cósmica, con un escenario posible en el que aún podemos estar juntos, y a pesar de ello, yo volviera a conocerte demasiado tarde.

mundo-paralelo

 

3 comentarios en “Los Universos Paralelos.

    1. manebeneblog Autor

      Seguramente en algún universo, Mané haya firmado. Quizás también, haya firmado en este. Como seguramente, algún otro Alejo, en otro universo ni loco firma ese pacto con el Diablo. Es más, diría que quizás tampoco lo firme en este universo.

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